Señor, al caer la noche no tengo más palabras para dirigirme a Ti que no sean de agradecimiento.
Gracias porque pude sentir tu presencia en mi vida durante todo el día.
Gracias porque en los momentos de dificultad,
Tú me diste fuerza y me colmaste con tu gracia.
Clamo a Ti para que ahora me bendigas con tus innumerables bendiciones, tu bondad, tu serenidad, tu perdón, tu justicia, tu amor.
Sé que ofreces un yugo llevadero y una carga ligera,
amar es sencillo cuando abrimos el corazón a tu acción.
Buen descanso hasta mañana.