Llega la Navidad y el mejor sentido es recordar a nuestros semejantes, ayudar, sentirse útil, sentirse humano.
Que la mejor oración de Navidad sea con actos, un "aquí estoy", compartir y repartir tiempo y afecto, se trata de renacer, de sembrar esperanza, de agradecer y sobre todo de no dejar que termine un año sin haber aportado al mundo, a esta casa que es nuestra casa.
Se llega a fin de año vacíos, sin sentimientos guardados, sin ayudas postergadas, sin tiempos desperdiciados y sin arrepentimientos, para que volvamos a producir,
para que merezcamos recibir, aún es tiempo, que nos falta por hacer, por repartir y por merecer.