COSAS QUE APRENDÍ EN MIS DÍAS MÁS OSCUROS:
La felicidad es una elección que merezco tomar.
Soy más resistente de lo que creo.
El trabajo del alma es difícil y puede sentirse aislado, pero el viaje hacia uno mismo vale la pena.
Habrá personas que prefieren verme en la oscuridad que en la luz.
No soy débil por tener momentos de ansiedad y tristeza.
Amar a algunas personas a distancia es un límite necesario.
De quién y de qué me rodeo me elevará o me agotará.
El apresurarme a estar "bien" no me hará sanar más rápido.
• Todo el mundo no se curará conmigo, habrá relaciones que tendré que dejar atrás.
Para algunos son debilidades, para mi sensibilidad.
Incluso cuando la vida es dura, no tengo que cargar con el peso del mundo sobre mis hombros.
Puedo amarme a mí mismo durante mis días más desafiantes.
Perdonarme a mi mismo es necesario para seguir adelante y crecer.
Recuperar mi poder requiere liberar y programar creencias limitantes que me han mantenido estancad@.
La paz, la abundancia y la armonía ya son mías, solo tengo que estar lo suficientemente abierto para reconocerlas y recibirlas.
Me gusta poder reconocer aquello que me ha enseñado esos días no tan buenos, esos días oscuros.