Hoy es un buen día para comenzar a ser feliz. En vez de maldecir, bendice a todos. En vez de quejarte, agradece. Si no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada; en vez de vengarte, perdona. Sonríe mucho, ríe más, come mejor, y busca a Dios. Porque, aunque nada cambie a tu alrededor,
cuando tú cambias tu forma de pensar... tu vida cambia para siempre.