Amado Dios, no importa a lo que me pueda enfrentar u oír en este mundo, no hay nada que me pueda convencer de que no eres un buen Padre. Gracias por entregar a tu Hijo por mí, Señor. Creeré en Ti y en lo que hizo tu Hijo, Jesucristo, por el resto de mi vida.
Te amo, Padre, de corazón. Rezo, en el nombre de Jesús. Amén.
Dice el refrán "La esperanza es lo último que se pierde, aún cuando todo está perdido".
Te amo, Padre, de corazón. Rezo, en el nombre de Jesús. Amén.
Dice el refrán "La esperanza es lo último que se pierde, aún cuando todo está perdido".