Dios mío, te alabo y te bendigo por todas las bendiciones que me das. Gracias por animarme y por no dejarme vencer por los problemas y las adversidades que tengo. Me llena de alegría saber que no te has quedado oculto, sino que te has revelado con amor, para que yo pueda gozar de él. Estoy feliz de saber que estás a mi lado y que me ayudas, con la fuerza de tu Espíritu, para que pueda vencer.
Entrégame en este día mucha más fe, confianza y bendiciones te lo ruego.