Hay mujeres que se duermen cada noche llorando y sin embargo cada mañana se dibujan una sonrisa solo por amor a los otros.
Ellas no son invencibles, ni duras, solo que ya bastante tienen con lo suyo como para causar angustia o tristeza a alguien más.
Ellas saben del dolor y se preocupan porque otros no lo sientan, son bálsamos, generalmente tienen la palabra justa que alivia los dolores o hacen que te sientas menos sola en el mundo.
Hay mujeres soñadoras, con una intuición tan certera que asusta, ellas viven en sintonía con la vida, aman los detalles sencillos porque reconocen el verdadero valor de la vida.
Ellas no tienen idea de hacia dónde van sin embargo no están perdidas simplemente saben que hay algo que las espera. Que la vida es una mezcla de tristezas y alegrías y que hay un arco iris al final del camino.
Ellas han vivido mucho, y han nacido con almas antiguas, esas que les permiten ver lo que permanece oculto a los otros.
Generalmente son almas que disfrutan la soledad y son incomprendidas, tienen el espíritu libre de la mujer salvaje sin embargo conservan la candidez y la ternura de la ingenuidad, son apegadas a los afectos porque no conciben la vida sin el amor por su gente.
Hay mujeres inusuales, como joyas escondidas en el fondo del mar. Todo en ellas es inusual hasta su forma de manejar lo insignificante, ven la vida de una manera que la mayoría no logran entender, emanan un perfume que las torna como etéreas e inalcanzables, nacieron especiales, como el alma de quién ha pasado ya por muchos caminos y no conoce el miedo.
Son mujeres valientes, agradecidas de la vida, tiernas, saben de precios y a cada cosa le dan el justo valor por eso no saben de materialismo, su vida no se rige por lo material sino por las emociones.
Ellas han pasado cosas que otros no se atreven a imaginar, pero han sacado coraje de donde no había solo porque nacieron indomables, valientes y dotadas de un alma especial.
Hay mujeres que aún rotas son capaces de dejar huellas imborrables en la vida de los demás, son las que los demás más tarde o más temprano agradecen que existan porque cuando te cruzas con una de ellas te transforma, así es su magia.
Ellas no son invencibles, ni duras, solo que ya bastante tienen con lo suyo como para causar angustia o tristeza a alguien más.
Ellas saben del dolor y se preocupan porque otros no lo sientan, son bálsamos, generalmente tienen la palabra justa que alivia los dolores o hacen que te sientas menos sola en el mundo.
Hay mujeres soñadoras, con una intuición tan certera que asusta, ellas viven en sintonía con la vida, aman los detalles sencillos porque reconocen el verdadero valor de la vida.
Ellas no tienen idea de hacia dónde van sin embargo no están perdidas simplemente saben que hay algo que las espera. Que la vida es una mezcla de tristezas y alegrías y que hay un arco iris al final del camino.
Ellas han vivido mucho, y han nacido con almas antiguas, esas que les permiten ver lo que permanece oculto a los otros.
Generalmente son almas que disfrutan la soledad y son incomprendidas, tienen el espíritu libre de la mujer salvaje sin embargo conservan la candidez y la ternura de la ingenuidad, son apegadas a los afectos porque no conciben la vida sin el amor por su gente.
Hay mujeres inusuales, como joyas escondidas en el fondo del mar. Todo en ellas es inusual hasta su forma de manejar lo insignificante, ven la vida de una manera que la mayoría no logran entender, emanan un perfume que las torna como etéreas e inalcanzables, nacieron especiales, como el alma de quién ha pasado ya por muchos caminos y no conoce el miedo.
Son mujeres valientes, agradecidas de la vida, tiernas, saben de precios y a cada cosa le dan el justo valor por eso no saben de materialismo, su vida no se rige por lo material sino por las emociones.
Ellas han pasado cosas que otros no se atreven a imaginar, pero han sacado coraje de donde no había solo porque nacieron indomables, valientes y dotadas de un alma especial.
Hay mujeres que aún rotas son capaces de dejar huellas imborrables en la vida de los demás, son las que los demás más tarde o más temprano agradecen que existan porque cuando te cruzas con una de ellas te transforma, así es su magia.