Para que ella floreciera como la ves ahora, tuvo que pasar por todas las estaciones y jamás nadie la hizo detenerse en su proceso, aunque tuvo tiempos de lluvia, jamás se hundió; ella simplemente abrió sus pétalos, y floreció de la manera más bonita.
Mírala, esa bella flor es de raíz fuerte y dicen que lleva mi nombre.