Cada uno de nosotros tiene un camino a recorrer.
A veces en el coincidimos con personas que nos ayudan a descubrirnos.
A explotar todo nuestro potencial.
A brillar cuando perdemos el camino por adentrarnos mucho en nuestra oscuridad.
Hay personas pasajeras, que con la velocidad que llegan se van, pero que aun así logran dejar huellas permanentes en nosotros.
Hay personas fugaces, que brillan, se expanden, sorprenden y luego las olvidamos.
Hay otras que son brisa fresca en una mañana calurosa.
Refrescantes y vivaces. Parece que no hacen mucho y sin embargo lo cambian todo a su alrededor.
Hay personas porque hay camino que transitar, vida por vivir y experiencia que adquirir.
Porque la vida no es en un solo sentido, sino en muchos.
No es una carrera única, sino un viaje que debemos aprender a disfrutar.