Adiós es una palabra que no me gusta pronunciar, cuando lo he hecho me he sentido realmente mal.
Es como cerrar con llave la misma puerta que cada día no veía la hora de abrir y una vez cruzada respiraba aire fresco, veía flores abrirse continuamente que perfumaban los sentidos.
Todo empieza y todo termina inevitablemente...
He cerrado muchas puertas últimamente y creo que no volveré a abrirlas nunca más.
La gente cambia, la gente te decepciona.
Pero siempre hay personas que te hacen vibrar los sentidos y hacen que abramos puertas y ventanas nuevas.