"Engrandeces tu día desde el justo momento en que te levantas, agradeces, ves por la ventana y tú solito te convences que será el más brillante, el más grande.
Engrandeces tu día con una sonrisa al despertar, después de un buenos días.
Engrandeces tu día, cuando eres valiente, sales, caminas, caes, te rompes, resurges y jamás te rindes.
Engrandeces tu día, cuando lloras con el que llora, ríes con el que ríe y con el corazón alegre, sin pensar dos veces, abrazas y si es necesario, colocas tu mano en el bolsillo para ayudar.
Engrandeces tu día, cuando no te conformas, preguntas, buscas, planeas, encuentras, descubres, y si no fuera suficiente, tienes la capacidad de crear.
Engrandeces tu día, cuando te tienes paciencia, te hablas bonito, reconoces tu esfuerzo, te aplaudes y entiendes que consentirte es prioridad .
Engrandece tu día con los pequeños placeres de la vida.
© Marcela J. Villalón
Engrandeces tu día con una sonrisa al despertar, después de un buenos días.
Engrandeces tu día, cuando eres valiente, sales, caminas, caes, te rompes, resurges y jamás te rindes.
Engrandeces tu día, cuando lloras con el que llora, ríes con el que ríe y con el corazón alegre, sin pensar dos veces, abrazas y si es necesario, colocas tu mano en el bolsillo para ayudar.
Engrandeces tu día, cuando no te conformas, preguntas, buscas, planeas, encuentras, descubres, y si no fuera suficiente, tienes la capacidad de crear.
Engrandeces tu día, cuando te tienes paciencia, te hablas bonito, reconoces tu esfuerzo, te aplaudes y entiendes que consentirte es prioridad .
Engrandece tu día con los pequeños placeres de la vida.
© Marcela J. Villalón