Satisfecha del destino.
Por haberte puesto en mí camino,
No sabes cuánto te quiero,
Eres lo más lindo, sano y bello que ha tocado mi vida.
Un bello regalo.
Hoy quiero darte las gracias por acompañarme a caminar
por este valle de luces y sombras,
Gracias ser mi amigo, un hermano
un compañero de vida.
Por alguna razón te encontré en mi camino,
Amamos los mismos sueños,
Deseamos estar juntos,
Anhelando el mismo sentir.
Insistida mente aprendí que tengo muchas cosas que hacer,
Como querer y entregar mi corazón.
Me arriesgare sin pensar que pasara mañana,
Porque quiero entregar mi amor,
Mi alma, mis sueños,
Ser la mujer más feliz más amada.
Quiero sentir tantas cosas de la vida ya casi olvidada,
Que el amor la amistad el respeto se gana que siempre.
Que siempre encontrarás piedras en el camino,
Que los obstáculos hay que saber saltarlos,
Si te hacen caer mil veces,
Mil veces te levantarás.
La vida es un riesgo constante, y que solo los valientes damos la batalla,
Y empezamos una vez más.
En la vida siempre habrá quien te ponga obstáculos
Pero no te detengas jamás,
Solo los valientes volvemos a ponernos de pie.
A pesar de los dolores por la caída mal intencionada,
Aprenderás que la vida siempre será caminar con ayuda o sin ella
Reír con tus éxitos, alegría, con nuestras con soledades y buenos momentos,
También en los malos,
De ellos aprenderás hacer humilde de corazón,
Que la luz de tu vida no deje de brillar jamás
Satisfecha y feliz de tenerte en mi vida.
Autora. Elizabeth Ossa Manicke.