No voy a mentir, el 2019 me rompió
en mil pedazos, me hizo madurar,
me bendijo, me hizo más inteligente
y más sabia. Me enseñó lo hipócrita
que puede llegar a ser la gente y que
las amistades y familia son solo un
título si el amor no existe.
Básicamente 2019
fue mi peor mejor año.