Ten paciencia con todo aquello
que no se ha resuelto en tu corazón
e intenta amar las preguntas por sí mismas,
como si fueran habitaciones cerradas
o libros escritos en una lengua extranjera.
No busques ahora las respuestas
que no estés preparado para vivir.
Pues la clave es vivirlo todo.
Vive las preguntas ahora.
Tal vez las encuentres gradualmente, sin notarlas,
y algún día lejano llegues a las respuestas.
Hermoso día y mañana.