No hay nada más hermoso que escuchar un “te amo” que se susurra suave al oído…
a pesar del paso de los años, los hijos, los problemas, los kilos, o la vida toda.
Así se debe alimentar el amor cada día de parte de los dos. Porque al amor no le cae bien el descuido.
Hay que regar el amor cada día con intensidad y cariño. Porque lo que no se cuida... se pierde!