Es increíble que tenemos tantas bendiciones y no nos damos cuenta. No damos gracias a Dios. Y el Señor te da SALUD, un techo donde vivir, te provee trabajo, y una familia que te ama. Él cuida de tu entrada y tu salida, te da paz. Y te permite ser feliz. Te libra del mal, y te llena de bendiciones. Y a veces, en la urgencia de la vida... te olvidas de darle gracias. ¡Pero eso puede cambiar! Comienza hoy tu lista de agradecimiento. Y repítela cada día. Dar gracias es reconocer, con todo tu corazón y con toda tu alma... que Dios nunca pierde cuidado de ti!