SEÑORA.
Caminante de miradas que despiertan admiración, imponente presencia de dama de un linaje que no es para todos, te veo y tiembla mi corazón, el silencio apaga sus velas pues tu luz envuelve el camino, SEÑORA hermosa creciste con el tiempo y tu sobriedad inquieta mi pasión.
Los muchos callaron al escuchar tu voz, pues el respeto aflora con tu mirada SEÑORA, cuanta verdad hay en tus ojos en el murmullo de tus sueños, eres una historia que cualquier hombre quisiera, pero una verdad que solo un hombre posee, mujer de principios que huelen a diosa.
Jamás el olvido se llegó a ti SEÑORA, quién sería capaz de perder la memoria de tu silueta, si tus pasos cincelan camino, un canto a la vida son tus pensamientos SEÑORA con esa expresión que el respeto toma por bandera, ni los insensatos en sus conversaciones baratas se atreven a nombrarte SEÑORA.
Delicada e imponente, esculpida en la belleza que se pasea de tu cuerpo a tu alma, el espejo mismo te suplica que no te vayas pues le gusta parecerse a ti SEÑORA, las flores de tu jardín envidian tu mirada, los sonidos de la lluvia evocan tu sonrisa en una noche cualquiera, de esas que nacen para ti.
Hay quien envidia las manos que te tocan SEÑORA, los labios que te besan y desnudan tu alma, tu corazón agitado al hacer el amor en tu aposento, créeme no soy yo quien sueña contigo.... pues soy tu verdad de cada día y la piel que te da calor y te llena de alegría, no necesito soñarte pues eres mi realidad …SEÑORA.
Caminante de miradas que despiertan admiración, imponente presencia de dama de un linaje que no es para todos, te veo y tiembla mi corazón, el silencio apaga sus velas pues tu luz envuelve el camino, SEÑORA hermosa creciste con el tiempo y tu sobriedad inquieta mi pasión.
Los muchos callaron al escuchar tu voz, pues el respeto aflora con tu mirada SEÑORA, cuanta verdad hay en tus ojos en el murmullo de tus sueños, eres una historia que cualquier hombre quisiera, pero una verdad que solo un hombre posee, mujer de principios que huelen a diosa.
Jamás el olvido se llegó a ti SEÑORA, quién sería capaz de perder la memoria de tu silueta, si tus pasos cincelan camino, un canto a la vida son tus pensamientos SEÑORA con esa expresión que el respeto toma por bandera, ni los insensatos en sus conversaciones baratas se atreven a nombrarte SEÑORA.
Delicada e imponente, esculpida en la belleza que se pasea de tu cuerpo a tu alma, el espejo mismo te suplica que no te vayas pues le gusta parecerse a ti SEÑORA, las flores de tu jardín envidian tu mirada, los sonidos de la lluvia evocan tu sonrisa en una noche cualquiera, de esas que nacen para ti.
Hay quien envidia las manos que te tocan SEÑORA, los labios que te besan y desnudan tu alma, tu corazón agitado al hacer el amor en tu aposento, créeme no soy yo quien sueña contigo.... pues soy tu verdad de cada día y la piel que te da calor y te llena de alegría, no necesito soñarte pues eres mi realidad …SEÑORA.