No sé si viviré otras vidas,
no sé si morí otras muertes.
Sé que en esta vida morí varias veces
y renací otras tantas.
Ya no me aferro a nada,
no tengo ninguna certeza,
no poseo ninguna verdad,
excepto que el Amor es lo único real
y que un día moriré.
Y ese vivir en este hermoso mundo,
desnuda de todo excepto de Amor,
ese andar descalza
sin perder el alma en el camino,
sin saber si éste será mi último paso
O quizá el primero a otra parte,
esa bendita incertidumbre
de saberme viva aquí y ahora,
es el mayor de los tesoros,
la mayor de las libertades.