El amor no puede ser algo tibio.
El amor quema, quema fuerte, por eso no es para todos.
Si no eres capaz de ponerlo todo en juego, de correr el riesgo es mejor dejarlo. Es una apuesta continua para unos pocos y hábiles jugadores. Es una apuesta por la que puedes perderlo todo o puede cambiar tu vida para siempre.
Yo apuesto y subo todo.
Ahora es tu turno.