Muchas veces es mejor abrir los ojos de una vez, de par en par, sí, todo lo abiertos que podamos por mucho que nos duela y no esperar, no esperar más. No esperar a que las cosas sean diferentes a lo que son, porque no, no van a cambiar. No lo harán nunca.
No, no esperes que los demás, que aquellas personas que te rodean, que aquellas personas que formaron parte alguna vez de tu vida o que posiblemente alguna vez te recuerdan cambien. Porque no, no lo van a cambiar. Nunca, nunca lo harán.
No, no esperes nada. Porque esperar algo es tener esperanza en el cambio, en que vas a ver aquello que quieres ver, o tener aquello que anhelas en tu vida y te aseguro que no va a ocurrir. Así que abraza el hoy tal y como es, tal y como se muestra y acéptalo porque es lo que hay y lo que tendrás.
No, no esperes nada de nadie. Sólo de ti. Acepta que lo que no pudo ser no será, que lo que no fue, no va a ser jamás y que lo que será, vendrá sin más. Acepta que tú mism@ puedes hacer los cambios que desees, que el primer paso es aceptarte y como digo aceptar que los demás son como son sin más. Y que la vida por mucho que se te ponga del revés, es así y también te dará cosas maravillosas.
No, no esperes nada. Acepta que no te acepten, acepta que todo cambia, que lo que hoy es quizás mañana no será y que todo, absolutamente todo en un segundo puede cambiar, porque no hay nada seguro, nada. Porque todo lo imposible es posible y viceversa. Aceptar no es nada malo, es soltar, es fluir, avanzar y caminar por tu vida sin mirar hacia atrás siempre. Sin ataduras, sin esperar lo que quizás no se volverá a repetir.
No, no esperes nada, comprende que el hoy es como es, que las personas son como son en el momento en el que toca y si no te aportan eres tú mism@ quien tiene que actuar ante ello. Aprende a no echar tanto de menos aquello que no volverá, porque una vez que lo hagas, no sabes el maravilloso camino que te queda por andar. Y si tienes que esperar algo que sea sólo de ti. Así que cree, crea y confía y deja de esperar aquello que no sucederá, tú mism@ lo verás.
Patri G.