Todo lo que te molesta te enseña a tener paciencia. Todo lo que te abandona te enseña cómo levantarte sobre tus propios pies. Todo lo que te enoja te enseña a perdonar y ser compasivo. Todo lo que tiene poder sobre ti es para enseñarte a tomar el poder de vuelta.
Todo lo que odias te enseña a amar incondicionalmente.