La familia es un plato difícil de preparar...
Son muchos ingredientes:
Reunir a todos es un problema.
No es para cualquiera.
Los trucos, los secretos, el imprevisible.
A veces, dan ganas de desistir...
La familia es un plato que emociona.
Y la gente llora de alegría, de rabia o de tristeza.
Lo peor es que todavía hay gente que cree en la receta de la familia perfecta.
¡Tonterías! Todo eso es ilusión!
La familia es afinidad, es "receta de la casa"...
Y cada casa le gusta preparar a la familia a su manera:
Hay familias dulces.
Otras, medio amargas.
Otras apimientadísimas.
Hay también las que no tienen gusto de nada, sería así un tipo de 'Familia Dieta' que se soporta sólo para mantener la línea.
También hay las que indigestan, intoxican.
En cualquier caso, la familia es un plato que debe ser servido caliente, cálido.
Una familia fría es insoportable, difícil de comer.
En fin, la receta de familia no se copia, se inventa.
Hay familias que requieren mucho tiempo para prepararse, otras por el contrario se hacen de repente.
La gente va aprendiendo poco a poco, improvisando y transmitiendo lo que sabe en el día a día.
Mucho se pierde en el recuerdo.
Lo que este veterano cocinero puede decir es que, por poca gracia que tenga, por malo que te pueda parecer el sabor, la familia es un plato que tienes que probar y comer.
Si puedes saborearlo, saboréalo.
Olvida las etiquetas.
Moja el pan en esa salsa que queda en la olla, en la cacerola.
¡Aprovecha al máximo!
La familia es un plato que, cuando se acaba, nunca más se repite y luego anhelas su sabor.
Feliz quien la tiene y sabe disfrutarla, aprovecharla y valorarla.
Así que...
Perdónense, acéptense, tolérense, quiéranse y vivan como si hoy fuera el último día que van a estar juntos.
Porque cuando falta un miembro de ella es cuando nos vemos como familia, pareciera que el ingrediente que une es el dolor y la ausencia...
¡Qué Dios bendiga a todas nuestras familias!
Créditos al autor
Son muchos ingredientes:
Reunir a todos es un problema.
No es para cualquiera.
Los trucos, los secretos, el imprevisible.
A veces, dan ganas de desistir...
La familia es un plato que emociona.
Y la gente llora de alegría, de rabia o de tristeza.
Lo peor es que todavía hay gente que cree en la receta de la familia perfecta.
¡Tonterías! Todo eso es ilusión!
La familia es afinidad, es "receta de la casa"...
Y cada casa le gusta preparar a la familia a su manera:
Hay familias dulces.
Otras, medio amargas.
Otras apimientadísimas.
Hay también las que no tienen gusto de nada, sería así un tipo de 'Familia Dieta' que se soporta sólo para mantener la línea.
También hay las que indigestan, intoxican.
En cualquier caso, la familia es un plato que debe ser servido caliente, cálido.
Una familia fría es insoportable, difícil de comer.
En fin, la receta de familia no se copia, se inventa.
Hay familias que requieren mucho tiempo para prepararse, otras por el contrario se hacen de repente.
La gente va aprendiendo poco a poco, improvisando y transmitiendo lo que sabe en el día a día.
Mucho se pierde en el recuerdo.
Lo que este veterano cocinero puede decir es que, por poca gracia que tenga, por malo que te pueda parecer el sabor, la familia es un plato que tienes que probar y comer.
Si puedes saborearlo, saboréalo.
Olvida las etiquetas.
Moja el pan en esa salsa que queda en la olla, en la cacerola.
¡Aprovecha al máximo!
La familia es un plato que, cuando se acaba, nunca más se repite y luego anhelas su sabor.
Feliz quien la tiene y sabe disfrutarla, aprovecharla y valorarla.
Así que...
Perdónense, acéptense, tolérense, quiéranse y vivan como si hoy fuera el último día que van a estar juntos.
Porque cuando falta un miembro de ella es cuando nos vemos como familia, pareciera que el ingrediente que une es el dolor y la ausencia...
¡Qué Dios bendiga a todas nuestras familias!
Créditos al autor
