Todo lo que sufriste en la vida, en vez de recordarlo para sufrir, debe ser tu fuente de reflexión:
Si sobreviviste a tanta angustia, a tanta humillación, o tanto dolor... es porque nunca te rendiste.
Es más que obvio que nada en esta vida te pudo destruir, porque tú superaste todo.
Y por eso hoy eres fuerte, poderosa, e indomable!