"Los envidiosos buscan entre tus sonrisas algún defecto. Se meten en tu vida, revisan tus abrazos, critican tus pasos, y no porque sean perfectos.
Los envidiosos juegan un juego en el que nunca ganan, no ven sus cosas buenas por buscar tus cosas malas.
Te miran incluso más que quienes te aman. Te quieren ver sin ganas, te quieren romper las alas, solo porque no sanan.
Los envidiosos son cobardes, y están por todas partes. Van muertos de miedo, tienen miedo a vivir de nuevo.
Te juzgan por tus sueños, se ríen de tu arte, que se jodan ellos, que se pierdan la magia de encontrarte.
Y si son son tormenta, que quede claro, no van a moverte ni un pelo, no van a lastimarte.
Quieren brillar pero se queman por dentro queriendo apagarte, quieren hablar pero se traban por dentro queriendo callarte.
Les queda lejos el cielo, por eso no pueden entenderte, por eso no llegan a abrazarte. Los envidiosos ven en cualquier fiesta un ring.
Buscan tu fin porque no pueden empezar nada. Van pisando las flores de otros sin regar su jardín. Mucho risa en la boca pero poca alma en la mirada.
Los envidiosos se golpean con la misma piedra que tiran. Buscan donde no miran. Los envidiosos serían mucho más felices si se dieran cuenta que critican lo que admiran."
Los envidiosos juegan un juego en el que nunca ganan, no ven sus cosas buenas por buscar tus cosas malas.
Te miran incluso más que quienes te aman. Te quieren ver sin ganas, te quieren romper las alas, solo porque no sanan.
Los envidiosos son cobardes, y están por todas partes. Van muertos de miedo, tienen miedo a vivir de nuevo.
Te juzgan por tus sueños, se ríen de tu arte, que se jodan ellos, que se pierdan la magia de encontrarte.
Y si son son tormenta, que quede claro, no van a moverte ni un pelo, no van a lastimarte.
Quieren brillar pero se queman por dentro queriendo apagarte, quieren hablar pero se traban por dentro queriendo callarte.
Les queda lejos el cielo, por eso no pueden entenderte, por eso no llegan a abrazarte. Los envidiosos ven en cualquier fiesta un ring.
Buscan tu fin porque no pueden empezar nada. Van pisando las flores de otros sin regar su jardín. Mucho risa en la boca pero poca alma en la mirada.
Los envidiosos se golpean con la misma piedra que tiran. Buscan donde no miran. Los envidiosos serían mucho más felices si se dieran cuenta que critican lo que admiran."