Saber la verdad de todo dolió bastante, pero fue mejor saberlo que seguir viviendo de mentiras,
entonces me di cuenta que estaba en el lugar
equivocado, que decidí escapar, porque un amor
verdadero no miente, no traiciona y no duele,
un amor verdadero es aquel que trae paz,
felicidad, sonrisas, paseos, locuras,
besos, caricias, abrazos y sobre todo...
Sinceridad.