Pero sí puedo asegurarte que pelearé todos los días para que sean muchos.
No puedo prometerte que no discutiremos alguna vez. Pero sí que no nos iremos a dormir ningún día enfadados.
No puedo prometerte que no vendrán momentos buenos, regulares y malos.
Es inevitable. Pero sí te aseguro que disfrutaremos los buenos, pasaremos los regulares y pelearemos los malos juntos.
No puedo hacer promesas sobre el futuro.
Pero tengo ganas. Tengo ilusión. Te tengo a mi lado. Y eso vale más que cualquier “te lo prometo”.
Feliz 14 de febrero para todos, bendiciones