En la vida no siempre podemos hacer
cosas extraordinarias por otros...
Pero podemos hacer cosas ordinarias de una forma especial!
Hoy puedes ofrecer un plato sencillo a un necesitado, con una sonrisa en tu rostro
y una buena actitud...
Puedes realizar una acción rutinaria en tu casa de una manera diferente,
con buen ánimo y con gozo en tu corazón...
Hasta las cosas más sencillas son transformadoras cuando ponemos una atención única en cómo las realizamos teniendo el cuidado de dejar una buena huella en aquel al que le damos el servicio...
Como lo hace el Señor cada día con cada uno de nosotros!.
Lindo fin de semana.