Puedes creer que no eres importante en este mundo.
Pero alguien bebe café cada mañana en la taza que le regalaste.
Alguien escucho en la radio una canción que le hizo pensar en ti.
Alguien recordó tu broma y sonrió.
Jamás pienses que no influyes en nada.
La huella que dejas incluso en los actos de bondad es imposible de borrar.