Piensan que las cosas no te duelen,
Piensan que no necesitas nada.
Juegan con tu luz porque saben que tarde o temprano te encenderás, pero desconocen el proceso.
Piensan que siempre tienes puesto
tu caparazón y a veces no tienen cuidado,
te lastiman.
Ser fuerte a veces pesa,
es una gran carga en la espalda,
porque en la oscuridad de tu habitación
o cuando estás en tu mundo todo se te viene encima, nadie sabe, nadie ni si quiera se imagina.
Ser fuerte agota hasta el cansancio,
te duele la piel, te duelen las manos
de tanto sujetar. De mantener siempre el control.
Hoy me rompo como muchas veces, para poder pegar mis piezas en el lugar que pertenecen.
Soy de las que, aunque esté en desventaja sigo extendiendo mi mano para el que necesite.
Soy la que no importa si la noche anterior me acosté llorando, me levanto con la sonrisa más grande del Universo. Nadie tiene por qué saberlo.
Y aunque duela, lo acepto.
Y aunque nadie se entere, lo entiendo
Puedo con todo, aunque me rompa los huesos
Rendirse no está en mi libreto
Soy la fuerte en este cuento llamado vida.