Seamos hoy, porque mañana ya se verá.

 

Somos ese brindis por lo que sea un día que nos volvemos a reunir. Somos la risa que se escapa y te devuelve a la vida. Y el beso que te sana un poquito por dentro. Somos las canciones que bailamos, aunque no sepamos bailar, y las que cantamos a pleno pulmón. Y da igual dónde, porque siempre es con quien. Somos las ganas que le ponemos a todo lo que hacemos, y eso de querer siempre más. Somos cada una de las personas que se convierten en familia, y que se parecen a algo así como nuestro hogar. Somos la excusa para vernos. Los “me he acordado de ti”. Y el abrazo fuerte como saludo. Somos la alegría que entra cuando llega el verano. El atardecer que nos da la vida. Y la felicidad por tener los pies tocando el mar. Somos el ahora, y todos esos instantes que vivimos intensamente. Somos el amor que damos. La forma de querer. Y el cariño que le tenemos a todos y a todo. Somos
 la paz y la tranquilidad de rodearte de gente que te da vida. Seamos hoy, porque mañana ya se verá.