Al elegir una mujer trabajadora, tienes que aceptar que no puede manejar la casa a tiempo completo.
Si eliges una ama de casa que pueda cuidarte y administrar el hogar por completo, debes aceptar que no gana dinero.
Si eliges a una mujer sumisa, debes aceptar que ella depende de ti.
Si eliges estar con una mujer valiente, debes aceptar que es dura y tiene pensamientos propios.
Si eliges una mujer hermosa, tienes que aceptar los gastos también.
Si quieres todas estas citadas, excepto la sumisa, vas a necesitar ser tan grande como ella.
Pare y reflexione.