Algunos días simplemente no quiero.
No quiero jugar, no quiero cocinar.
No quiero hacer nada, solo sentarme allí y hacerme bolita.
No es todo el tiempo.
No siempre me siento así.
Pero mi cuerpo y mi mente necesitan un descanso; y empiezan a mostrármelo.
Mi cuerpo me lo muestra con un dolor en el pie que no desaparece sino descanso. Un dolor de cabeza que me recuerda beber agua y bajar la velocidad.
Mi mente me lo muestra cuando empiezo a olvidar palabras (conocido como cerebro de mamá, también) y falta de paciencia cuando suelo estar en calma.
Entonces me doy cuenta que estoy corriendo sin gasolina.
Estoy sobreviviendo con humo.
No puedo conducir el auto con humo; y tampoco puedo ser la madre, la esposa y el ser humano que necesito ser. Finalmente, simplemente no quiero.
Eso es lo que me recuerda descansar.
Me hace tomar un descanso muy necesario, incluso si mis hijos deciden destruir la casa mientras lo hago. Algunos días simplemente no quiero.
Y entonces simplemente no lo hago.
Yo recargo.
Yo descanso.
Vuelvo a llenar mi tanque.
Palabras de: Mommy Dignen Diaries- Holly Dignen