Señor, qué grande eres en medio de mi vida. En esta noche quiero entregarte mi vida y darte gracias por todo lo que me das. Mi ser está completamente feliz de que Tú hagas parte de él, quiero agradecer porque cada día le das a mi vida cosas nuevas, bendiciones que me ayudan a crecer y me llenan de vida para vivir con alegría. Abrázame fuerte y jamás me sueltes,
no quiero salir nunca de tus brazos, en ellos encuentro la Paz interior que necesito.