Señor, gracias por este nuevo despertar, gracias por tu presencia en mi vida. Gracias por tantas maravillas que haces por amor a mí. Gracias porque en medio de mi vida sé que puedo contar contigo para todo. Quiero sentirte a mi lado, quiero contarte lo que me pasa y las cosas que vivo. Quiero ponerme en tus manos para aprender a dar gracias, a pedir perdón, a pedirte lo que necesito. Ayúdame a orar, quiero hacer un rato de oración para que Tú, mi Señor, me puedas hablar al corazón.
Háblame que estoy dispuesto a escucharte, abre los oídos y los ojos de mi corazón para saber qué es lo que quieres de mí. Tú eres la alegría de mi vida, me llenas de tu felicidad, esa verdadera felicidad que nace del amar, del perdonar, del ser solidario, del aprender a vivir con los otros valorándolos y dejándome amar también. Gracias por la vida que me das, por los días de alegría, por cada momento en que me siento completamente feliz.
Señor, dame siempre la posibilidad de amarte, de acercarme a las personas con el corazón limpio, de darles lo mejor de mí. Mi Dios, que en las dudas Tú seas mi principal certeza, que en mis tropiezos y fallas seas mi sostén. Dame la Paz de tu presencia, dame la certeza de tu amor, dame la serena bendición de tu Espíritu Santo para que deje de vivir angustiado, pensando lo peor, porque Tú siempre abres caminos de bendición. Amén