CUMPLIR LOS 60 AÑOS...
La vida es como un sueño que pasa muy rápido, un día eres pequeño y de pronto eres adulto, es algo que no podemos evitar.
No quiero renunciar a nada por tener una determinada edad, ni abandonar mis sueños, quiero seguir disfrutando del momento, de los que me rodean, reforzando mi autoestima. Espero morir como he vivido, intentando ser consecuente conmigo misma.
Cumplir los 60 años es aceptar la inevitabilidad del paso del tiempo, el aceptar que puedes mirar tanto atrás como adelante, pero sabiendo que te queda menos tiempo de vida. He sido capaz de ver nacer, morir, sufrir y hasta de tener algunos buenos momentos, que son los que van rellenando el libro de mi vida…
No es momento de hacer balances sobre mi vida, ni de hablar de frustración de todo cuanto quería hacer y no hice, ni siquiera de quejarme. Cumplir los 60 años, no me otorga sabiduría, ni siquiera me ayuda la experiencia que dan los años, tengo conciencia de que el tiempo se me ha escapado, pero tampoco me preocupa el aceptar el envejecimiento como ciclo de mi vida.
Quizás ahora la edad no se puede comparar con la de nuestros padres, cuando significaba el comienzo de la vejez, pero ahora aún me queda, supuestamente, muchos años de vida, aunque tampoco quiero tantos.
No creo en los estereotipos de la edad, ni creo que nos debamos marginar por nuestra edad, aunque la sociedad se encargue de ello.
Mi contribución personal e intelectual sólo es importante para mi, sin dramatismos, como un hecho natural e inevitable. Sin dejar de tener ilusión, capacidad de sorpresa y de superación para hacer cada día diferente, disfrutando del presente.
La vida es como un sueño que pasa muy rápido, un día eres pequeño y de pronto eres adulto, es algo que no podemos evitar.
No quiero renunciar a nada por tener una determinada edad, ni abandonar mis sueños, quiero seguir disfrutando del momento, de los que me rodean, reforzando mi autoestima. Espero morir como he vivido, intentando ser consecuente conmigo misma.
Cumplir los 60 años es aceptar la inevitabilidad del paso del tiempo, el aceptar que puedes mirar tanto atrás como adelante, pero sabiendo que te queda menos tiempo de vida. He sido capaz de ver nacer, morir, sufrir y hasta de tener algunos buenos momentos, que son los que van rellenando el libro de mi vida…
No es momento de hacer balances sobre mi vida, ni de hablar de frustración de todo cuanto quería hacer y no hice, ni siquiera de quejarme. Cumplir los 60 años, no me otorga sabiduría, ni siquiera me ayuda la experiencia que dan los años, tengo conciencia de que el tiempo se me ha escapado, pero tampoco me preocupa el aceptar el envejecimiento como ciclo de mi vida.
Quizás ahora la edad no se puede comparar con la de nuestros padres, cuando significaba el comienzo de la vejez, pero ahora aún me queda, supuestamente, muchos años de vida, aunque tampoco quiero tantos.
No creo en los estereotipos de la edad, ni creo que nos debamos marginar por nuestra edad, aunque la sociedad se encargue de ello.
Mi contribución personal e intelectual sólo es importante para mi, sin dramatismos, como un hecho natural e inevitable. Sin dejar de tener ilusión, capacidad de sorpresa y de superación para hacer cada día diferente, disfrutando del presente.