Mandar todo a la mierda para después volverlo a abrazar, no sirve de mucho.
Hacerle un nudito más a la cuerda rota solamente es alargar la agonía.
¿Por qué volver a dónde te hicieron pedazos?
Tal vez sea miedo de conocer algo más, algo distinto o miedo a estar sola por algunos días.
Confiar de nuevo en alguien que no deja de lastimarte podría ser considerado un suicidio.
En el fondo lo sabes pero no quieres desprenderte del arma que te hiere cada que puede, cada que quiere.
Sigues ahí, haciéndote más débil minuto a minuto.
Como planta de sol queriendo crecer en la lluvia, sigues ahí y quieres irte pero el camino es como un boomerang que te trae de vuelta y el ciclo se repite una y otra y otra vez.
Cada día te echas más de menos, cada día extrañas más a esa chica sonriente y soñadora que fuiste antes de entrar a este infierno del cual no has podido salir.
Tu vida está en tus manos pero tus manos no te obedecen.
Dejaste de sentirte bonita, ya no te sientes especial.
Por hoy sólo quieres dormir, nada más.
Autor: Víctor Hernández R.
Hacerle un nudito más a la cuerda rota solamente es alargar la agonía.
¿Por qué volver a dónde te hicieron pedazos?
Tal vez sea miedo de conocer algo más, algo distinto o miedo a estar sola por algunos días.
Confiar de nuevo en alguien que no deja de lastimarte podría ser considerado un suicidio.
En el fondo lo sabes pero no quieres desprenderte del arma que te hiere cada que puede, cada que quiere.
Sigues ahí, haciéndote más débil minuto a minuto.
Como planta de sol queriendo crecer en la lluvia, sigues ahí y quieres irte pero el camino es como un boomerang que te trae de vuelta y el ciclo se repite una y otra y otra vez.
Cada día te echas más de menos, cada día extrañas más a esa chica sonriente y soñadora que fuiste antes de entrar a este infierno del cual no has podido salir.
Tu vida está en tus manos pero tus manos no te obedecen.
Dejaste de sentirte bonita, ya no te sientes especial.
Por hoy sólo quieres dormir, nada más.
Autor: Víctor Hernández R.
