APRENDI A DAR SIN ESPERAR*
Muchas veces leí que todo lo que das de corazón vuelve a ti.
Muchas veces leí que a las malas situaciones hay que darle la espalda y ver lo positivo.
Muchas veces leí que mientras más amor sincero ofrezcas más difícil serás de olvidar.
Pero muy tarde comprendí , que no siempre dar demasiado es bueno.
Que no todo vuelve en igual medida. Que las situaciones se enfrentan.
Que no todos pueden dar la misma sinceridad porque simplemente no les nace.
Que no todos saben como dar amor.
Que no todos brindan de corazón lo que tú eres capaz de dar, por que en tu simpleza piensas que aun existen personas que valoran lo mucho o poco que puedes brindarles.
Mientras crees qué haces cosas para hacer feliz a otros no te das cuenta que existen personas que se aprovechan de tu debilidad de querer a la antigua. “En total cobardía”.
Porque todos damos lo que llevamos en el alma y olvidamos que somos
seres diferentes.
Que en el corazón no se manda.
Que no hay un manual que diga que la vida es fácil.
Que al soñar debes hacerlo despierto.
Pero lo más duro que me tocó aprender fue que me hicieron sentir culpable solo por pedir un poco de reciprocidad.
Solo pedir sinceridad!
Como al ser honesta y decir lo que sientes y piensas te convierte en una mala persona.
Peor aún, como te lastiman con palabras que jamás esperarías escuchar de quien creías era diferente.
Simplemente aprendí a no esperar nada de nadie, porque prefiero sorprenderme que decepcionarme.
