Muchas veces fallamos al elegir a alguien y no es por qué esa persona sea malo ni bueno, si no es por qué seguimos buscando a quién ya no existe.
Vemos semejanzas qué nos hacen ver cosas, qué no son reales.
Nos equivocamos cuándo no queremos estar solos, pero tampoco queremos estar con la persona qué tenemos, más bien buscamos un espejismo qué no volverá más...
—Ale Gil