Lo amé, juro que puse de mi parte para que todo estuviese bien.
Lo amé tanto, más allá de lo que mi razón podía entender, lo amé tanto que incluso hubo cosas que por mucho tiempo ignoré, aguanté muchas situaciones por tenerlo a mi lado.
Lo amé hasta que un día mi dignidad dijo "No es para tanto"...
Decidí dejarlo, decidí dejar de amarlo para empezar a amarme como no me estaba amando.