Me gusta estar" loca", eso es lo que mantiene intactas mis ganas de seguir viviendo, puedo llorar y a los dos minutos estar riendo, puedo extrañarte y a la hora estar escribiéndole chistes a mi amiga, tratando de levantarle el ánimo porque se peleó con su novio... Puedo dejar de lado mis problemas para ayudar a otro, o puedo cabrearme por tonterías para luego recibir críticas que me dejan pensando durante días. He aprendido tanto del silencio y he inventado tantas historias en medio de mi soledad. He cantado tantos versos improvisados mientras bailo con el viento...
Me gusta estar" loca", porque muchas veces no le tomo importancia a las tragedias y soy capaz de pensar en mi propia muerte sin sentir angustia. Me gusta estar loca porque no me desvivo por tener las cosas de moda, ni me deprimo por las palabras denigrantes que pueden llegar a decirme, con ánimo de ofenderme.
Pienso en tantas cosas al mismo tiempo, que mi mente es un caos; me distraigo fácilmente en las conversaciones y debo pedir que me repitan lo que han dicho. Ahí es donde descubro si mi interlocutor tiene o no paciencia.
Soy tan sensible a la belleza, que me emociono admirando las obras de arte, y si me lo piden, soy capaz de enviarle audios tarareando a cualquier extraño, porque tengo complejo de ave y utilizo mi voz para divertirse y distraerse.
No le temo al ridículo y soy histriónica. La libertad de expresión es una bandera que ondeó en mi sonrisa.
En fin... Me gusta estar "loca", porque eso me hace entender que todo es pasajero, que nadie es perfecto y que el dolor es un bien común a todas las personas... Tener empatía es una de las mejores cartas que tengo para jugar la partida de mi vida, porque sé, en el fondo, que tarde o temprano todo el bien que hacemos, retorna.
Me gusta estar" loca", porque en ambientes grises y aburridos, puedo soñar despierta cosas bellas que me llenen de alegría...