Es absurdo querer emprender un camino de amor consciente si antes no te amas a ti mismo.
Amarse a sí mismo es no juzgarse con dureza, perdonarse y concederse "caprichos" de vez en cuando.
Amarse a sí mismo es algo más; es Aceptarse y Aprobarse tal cual somos porque sabemos que no somos perfectos. La vida entonces se convierte
en una discreta pero maravillosa sucesión de pequeños milagros.