Si piensas que la vida es muy dura contigo, pues piensa también que podría ser peor. Acuérdate que todo lo que te pasa son desafíos que solo tú puedes superar, demuestra que siempre tienes lo necesario para triunfar.
Sabemos que no tenemos el paraíso asegurado, pero podemos acercarnos solo haciendo
lo que el Señor nos enseñó, amando a nuestro prójimo.