Amado Dios, hoy como en cada nuevo amanecer, me acerco hasta Ti con un inmenso sentimiento de gratitud y devoción. La noche ya ha pasado, la oscuridad ha cesado y los primeros rayos de sol nos anuncian que una nueva semana está iniciando. En este lunes quiero darte gracias por el hermoso regalo de la vida, por las bendiciones que Tú nos das día tras día, por el privilegio de tener un hogar y una hermosa familia y porque gracias a tu bondad y tu generosidad, siempre tenemos todo e incluso más de lo que necesitamos para ser felices. Qué sublime y esperanzador es vivir cada día con la alegría de ser tu hijo. Señor, te pido que esta semana que inicia sea de mucha bendición y protección para mí y para los míos. Tú mejor que nadie conoces nuestras vidas, nuestra alma, nuestros sueños y también sabes cuándo tenemos tristeza, angustia o alguna necesidad. Por favor tómanos de la mano y ayúdanos a superar toda prueba, ansiedad o enfermedad. Cúbrenos con tu hermoso manto de amor, ilumina nuestro camino y guía nuestros pasos por senderos de dicha y prosperidad, abre aquellas puertas que han estado cerradas y deja fluir tus bendiciones sobre nosotros, sobre nuestros amigos y nuestros hogares. Padre celestial, en este lunes quiero entregarte mi hogar para que Tú llenes cada espacio con tu paz, soluciones los conflictos con tu amor y si existe enfermedad que sea tu salud la que nos fortalezca. Y cuando llegue la noche, toca nuestros corazones para despertar cada día con amor y gozo. Amado Dios, hoy inicia una nueva semana y desde ahora pongo en tus manos mi vida y mi familia. Por favor mantente siempre a nuestro lado, bendícenos, aleja al enemigo malvado, líbranos del peligro y de todo mal, Amén...
Hacer esta bella oración te permitirá acercarte a Dios para poner en sus manos esta nueva semana que Él te regala para vivir, pídele al Señor que sea tu guía, que te conceda sabiduría y una semana llena de oportunidades, bendiciones, milagros y felicidad. Confía, Dios te ama con el amor más puro del universo, hoy y en cada día
Él será concediéndote las peticiones sinceras que nacen de tu corazón.