No olvides, todos los días, mirar en 6 direcciones:
Adelante. Para saber a dónde vas y planificar con anticipación.
Hacia atrás. Para recordar de dónde vienes y evitar errores del pasado.
Abajo - Para asegurarme de que no estás pisando a otras personas y causando tu ruina en el camino.
Ve de lado. Para ver quién está ahí para apoyarte, y ver quién necesita tu apoyo.
Arriba. Para recordarnos que Dios tiene el control y que Él se encarga de todo y de todos.
Dentro. ¡Para recordarte lo mucho que necesitas mejorar!