Le pediré al viento que cuando sople tan fuerte se lleve todo lo malo, y que cuando regrese me traiga todo lo bueno.
Le pediré al sol que cuando queme, sean los malos momentos y que cuando caliente otra vez sea cálido y tierno para esos días de soledad y frio.
Le pediré a la nube que cuando deje caer la lluvia, enjuague mis lágrimas de dolor y que cuando vuelva las deje caer para mojar mis ojos que de tanto llorar se quedaron secos.
Le pediré a la luna que ilumine mis noches obscuras y tristes, pero que también su resplandor sea complemento para esas noches inolvidables de alegría.
Le pediré al cielo que siempre está presente, que cuando pierda la fe y mire hacia el, me recuerde con su azul intenso que la vida está llena de esperanza y de oportunidades.
Le pediré al agua que lave mis errores para poder superarlos y que al beberla purifique mi alma.
Le daré gracias a Dios por todo lo que me ha dado, para vivir esta vida tan plena, que cuando llegue mi tiempo de partir no me quede nada pendiente.
Autor: Viridiana Perez Enriquez