Que recién cuando olvides algo malo, cuando logres sacártelo de encima, recién ahí podrías estar bien.
Para mí, no es así.
Tenemos que aprender a vivir con esos dolores, a entenderlos y aceptarlos.
Saber que están ahí por un motivo.
Que vinieron para enseñarnos algo.
Que si a nosotros no tocó vivir eso, y aunque nos cuesto mucho aceptarlo, por algo será.
Por eso, sanar nunca fue una cuestión de tiempo o de olvido. Sanar es vivir y prosperar, aceptando lo que nos tocó, y agradeciendo por lo que nos vas a llegar.
Juan Berteaux
Hermoso día.