Despertar cada mañana es testimonio de tu gracia, oh Señor. Tu amor no conoce fin, y estoy eternamente agradecido por eso. Deja que mi vida gire alrededor de tu palabra mientras me preparo para el día. Ordena mis pasos y protégeme. No me dejes caer en la tentación y concédeme el éxito en todos mis esfuerzos. Amén