"No existe una pócima de ingredientes extravagantes o receta secreta para tener un gran día.
Para tener un gran día, basta con llenar tus pensamientos y corazón de todo lo que sabes que entusiasma tu vida y de todos lo que enternece tu alma. Es indispensable llenar tu día de todo lo que haga brillar tus ojos. Es necesario dejar atrás las quejas y tener una memoria pequeña para los malos recuerdos. Basta con tener contentamiento con las bendiciones recibidas y no desesperar por lo que aún no llega. Para tener un gran día es suficiente con agradecer porque resplandeció un nuevo día para ti y los que amas".
© Marcela J. Villalón