No te equivoques, no pretendía que fueras mi esclavo...
Quería, que fueras ese hombre valioso, respetuoso y leal.
Compañero de vida, en las buenas y las malas.
Cariñoso, que me demostraras que me amabas, pero me equivoqué.
Nunca me amaste, porque quien ama, no lastima, no miente, no hiere a propósito.
Porque quien ama, desea estar con esa persona y le entrega hasta el alma.
El error fue mío, por no darme cuenta a tiempo, cuando aún estando a tu lado, sentía frío.
—Mor More-