Estoy segura que muchos hemos escuchado la frase que dice: NADIE DA LO QUE NO TIENE. Y no cabe duda que es muy cierta.
Queremos demostrar cariño a nuestros seres queridos pero no nos lo demostramos a nosotros mismos. Es imposible amar si no nos amamos primero. Es imposible decir un te quiero, si no nos queremos primero. Imposible respetar a los demás si nos respetamos nosotros mismos.
Nos damos cuenta que no nos queremos cuando… 1. No cuidamos nuestro cuerpo. No cuidamos el activo más importante que tenemos. El verdadero vehículo que tenemos ahorita para vivir. Nuestro propio cuerpo. Comemos de todo, lo maltratamos y no lo ejercitamos.
Y ni para que meternos al tema de los vicios… 2. No cuidamos nuestra alma. Nuestro espíritu. No procuramos un alimento espiritual. Recuerda que estamos formados por cuerpo y alma. Olvidamos momentos de meditación y oración que pueden ayudar mucho a nuestro desarrollo. Llenamos nuestra vida de preocupaciones por falta de fe. 3. Nos herimos frecuentemente con frases que nos desmotivan: “No sivo para nada”… “todo me sale mal”… “nadie me quiere”... etc, etc. Frases que lo único que hacen es bajar la autoestima y convertirnos en eternas víctimas… “pobre de mi”. Hay técnica que muchos motivadores recomiendan… la técnica del espejo, de decirse frases amables, o decirse en un espejo lo mucho que valemos, puede funcionar. Hazlo, nada pierdes.
No olvides, es muy cierto… NADIE DA LO QUE NO TIENE. Empieza por quererte a ti mismo y podrás querer más a los demás.
Ah! Y el beneficio más grande de quererse a sí mismo ¿sabes cuál es? Que eso mismo atraes a tu vida… entre más te quieras…
¡más te quieren!